La candidata a la Presidencia del PP Soraya Sáenz de Santamaría ha cerrado su campaña electoral con un último ofrecimiento a su rival, Pablo Casado, para lograr una lista de integración: «Pablo, sigo aquí. Cuando quieras, como quieras y donde quieras, por nuestro partido y por España», ha dicho.
En un restaurante del Puente de Vallecas, Sáenz de Santamaría ha cerrado esta carrera que, según ha asegurado, le hubiera gustado acabar junto a Casado, habiendo logrado ya la integración. «De momento no ha podido ser, pero yo soy de las que agota hasta la última oportunidad», ha dicho la candidata, quien ha recalcado que la unión de ambos sería lo mejor para los afiliados y «un espejo» para los votantes que «quieren volver a confiar» en el PP.
Sáenz de Santamaría ha enviado otros mensajes a Casado, como cuando ha subrayado que el PP solo gana elecciones pareciéndose a sí mismo. «Que no nos venga nadie diciendo que ganamos elecciones pareciéndonos a otros, ni a Macron ni Rivera. Yo soy Soraya, la del PP», ha sentenciado.
La exvicepresidenta del Gobierno se ha mostrado convencida además, en cualquier caso, de que el sábado resultará ganadora de este proceso y no sólo liderará el partido sino que acabará también siendo presidenta del Gobierno.
Eso ocurrirá «cuando saquemos a los socialistas del Gobierno» al que «no debieron llegar porque perdieron las elecciones y se juntaron con otros que perdieron para sacar a los que ganamos», ha subrayado a los periodistas antes del acto.
Y ha insistido en que está segura de sus opciones porque es una persona realista y ese realismo le lleva al optimismo.
En su intervención en este acto, se ha llevado los mayores aplausos cuando ha recordado su experiencia en el Ejecutivo y ha recordado al líder del PP: «Yo he aprendido a gobernar así de un maestro, de Mariano Rajoy Brey».
También ha hecho un repaso de su campaña tan «bonita» y «en positivo», en la que ha contado entre sus colaboradores con exministros que, según ha asegurado, han trabajado duro junto a ella y que tan pronto hacían fotocopias como pedían comida rápida como la pizza que se han tomado en esta última jornada de campaña.
A los periodistas, minutos antes, les comentaba que su equipo ha mandado la foto de todos comiendo pizza en su reunión de trabajo porque los medios de comunicación les pedían una reacción sobre la comida que Pablo Casado ha celebrado con varios exministros, y su respuesta ha sido enviar lo que estaban haciendo.
No ha querido comentar, en sus declaraciones, esa comida, porque, como ha apuntado, piensa acabar la campaña como la empezó y como la ha vivido todas estas semanas, «en positivo».
Y ha considerado que si los compromisarios tienen las cosas claras y siguen los «principios e ideales» del partido votará la candidatura «de las bases», la que prefirieron los afiliados en la primera vuelta.
Soraya Sáenz de Santamaría ha citado en su discurso a buena parte de su equipo, la mayoría de ellos presentes en este acto.
Y ha bromeado al comentar que tanto ella como sus colaboradores se han mordido la lengua en más de una ocasión para no meterse con sus rivales en esta carrera y ha dicho que si se les ocurre «la mínima parte» para hacerle oposición a Pedro Sánchez el presidente del Gobierno va a pasar «los meses más penosos de toda su vida».
Han estado, entre otros dirigentes, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, el líder del PP vasco, Alfonso Alonso, el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, el exministro Íñigo de la Serna el portavoz del PP en el Parlamento vasco, Borja Semper, la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra.
Y también ha asistido la expresidenta del PPC Alicia Sánchez Camacho, que en la primera vuelta apoyó a María Dolores de Cospedal.