Miquel Gallardo, quien ocupará el escaño vacante que deja Bel Busquets en el Parlament, fue cesado de su anterior cargo en el Govern a raíz de la crisis política por los contratos de los departamentos de Més a Jaume Garau, su jefe de campaña en las pasadas elecciones.
Gallardo ejerció de director general de Transparencia desde el principio de la legislatura hasta que este departamento quedó en entredicho por los contratos concedidos a Garau, una cuestión que dejó tocado al entonces vicepresidente del Govern Biel Barceló y que propició la salida del Ejecutivo de la consellera de Cultura y Transparencia Ruth Mateu.
Cuando la ibicenca Fanny Tur recogió el testigo de Mateu esta decidió no contar con Miquel Gallardo, que entonces volvió a la empresa privada temporalmente.
Este relevo tuvo que acomodar algunos cambios en el Govern y Tur desestimó entonces a Gallardo para asumir Participación y Memoria Democrática.
Este periódico ya informó en su día de las discrepancias entre algunos sectores de Més y sus socios del PSIB sobre si Miquel Gallardo debía seguir en el Govern tras la salida de Mateu, algo que finalmente quedó desestimado.