Los vecinos de Ciutat Jardí denuncian que las autocaravanas invaden la zona y les causan graves molestias, por las que esta semana han tenido que llamar a la Policía Local. Los agentes se personaron en la zona el pasado miércoles por la noche.
Los residentes en Ciutat Jardí explican que no pueden ni salir a pasear porque los propietarios de las autocaravanas colocan en la vía pública todo tipo de mobiliario: sillas, mesas..., que les impiden caminar. Además, aseguran que hasta se duchan en la calle y reiteran que les ocasionan muchísimas molestias.
Los habitantes de la zona destacan que es habitual que haya numerosas autocaravanas aparcadas e insisten en que perturban de forma grave la tranquilidad de esta barriada. Ayer había casi una decena estacionadas, menos de lo habitual por la presencia policial de la noche anterior. Sin embargo, temen que en los próximos días vuelvan a sufrir la invasión de estos vehículos.
Los vecinos aseguran que se han puesto en contacto con miembros del gobierno municipal y critican que no les han hecho caso. Sin embargo, desde el Pacte niegan tener constancia de estas quejas.
Por su parte, la Policía Local informó que sólo han recibido dos denuncias en lo que va de año sobre la presencia de autocaravanas en Ciutat Jardí. En este sentido, fuentes municipales aseguraron que «no tienen constancia de que exista un problema, más allá de repetirse una situación que viene produciéndose desde hace 30 años». Sí reconocieron que en un tramo de la calle Illa de Rodes (Ciutat Jardí) hay una decena de autocaravanas. La mitad pertenecen a vecinos de la zona y la otra mitad no consta que estén habitadas de manera continuada, informa la Policía Local. Además precisaron que cada diez días las cambian de sitio, tal como dictan las ordenanzas para todo tipo de vehículo. Sí añadieron que cuando detectan un remolque (no autocaravana), lo denuncian de inmediato ordenan la retirada porque en Palma no pueden estacionar.
La Policía Local recuerda que las autocaravanas pueden estacionar en Palma, pero no se puede dormir en ellas y sus ocupantes tampoco pueden sacar objetos a la vía pública, condiciones difíciles de demostrar.