El debate sobre el futuro del edificio de Gesa encendió los ánimos de los partidos durante el pleno celebrado este jueves. Cruce de acusaciones, interrupciones continuas o risas maliciosas demostraron lo mucho que se juega la ciudad en la fachada marítima y los intereses de unos y otros.
El alcalde, Antoni Noguera, confirmó que en «pocas semanas» se devolverán a Endesa las llaves de este inmueble catalogado, aunque declaró que «podría pasar que el edificio pasase de nuevo a manos del Ajuntament».
Tanto el alcalde como el concejal de Urbanisme, José Hila, defendieron la actuación del Pacte e insistieron en que la línea roja del equipo de gobierno es hacer un parque público en la primera línea. Hila volvió a preguntar al PP cuál es su proyecto para estos solares, pero no recibió una respuesta concreta.
En diciembre, recordó Noguera, finaliza el año de suspensión de licencias «y antes de noviembre ya tendremos el informe sobre la modificación del planeamiento» y entonces, anunció, «nos sentaremos a negociar con Endesa».
La regidora del PP Lourdes Bosch reiteró que el Pacte «pasará a la historia como el gobierno del bluf, del humo». Acusó a Noguera de «mentir al ciudadano al decir que GESA no costaría ni un euro al ciudadano». El edil de C's Pedro Ribas, por su parte, advirtió de «las indemnizaciones que se deberán pagar» y aseguró que «yo estaría muy nervioso». Añadió que «sabemos que no han negociado nada con Endesa, dejen de vender humo».
Tanto PP como C's estuvieron de acuerdo en que el parque que defiende el Gobierno «será el más caro de la historia, hasta 150 millones» en relación a las indemnizaciones.
Ante el tenso ambiente que se había creado Hila aseveró que «el fin del mundo no ha llegado y no a llegar por Gesa». Al acabar, el edil de Economia, Adrián García, pidió a la oposición que «repasen en vídeo su actuación y valoren lo que ha pasado».