Xisca Mir y Xisca Cunill, madre e hija, dos vecinas de Esporles, se quedaron boquiabiertas hace menos de dos meses cuando se enteraron de que una comisión enviada por el Juzgado de Primera Instancia 2 entró el pasado 17 de febrero en su domicilio del carreró Sa Vileta número 4 y se llevó bienes por valor de 10.000 euros (según la valoración de las dos mujeres). «Confundieron nuestra casa con otra que está cerca, dentro del mismo complejo urbanístico -comentan-. Cometieron un monumental error y en vez de entrar en una casa de la calle Costa de Sant Pere, lo hicieron en la nuestra, actuando sin más comprobaciones».
Las dos mujeres dieron parte a la Guardia Civil, «que nos aconsejo que contratásemos a un abogado», afirman Xisca Mir y Xisca Cunill. Así, pudieron saber que «era una comisión que actuaba a instancias del banco y que estaba formada por un agente judicial y representantes de esta entidad. Nuestra abogada se ha puesto en contacto en contacto con los letrados del banco para recuperar lo que se llevaron, pero de momento no hemos podido conseguir el grueso. También nos cambiaron el candado, aunque luego nos permitieron entrar».
Las dos mujeres no quieren entrar en el tipo de actuación a que fueron sometidas, «sea embargo o desahucio o lo que sea, ya que nosotras no sabemos oficialmente nada. No tenemos ninguna relación ni compromiso con este banco y desconocemos el contenido del procedimiento judicial ni en qué punto se encuentra». Las dos mujeres han elaborado una lista de los bienes que les faltan «por valor de 10.000 euros». Hay objetos de plata y de cristalería, desde bandejas a objetos del hogar, incluido un candelabro. También una estufa valorada en 500 euros. A su vez, les faltan tres cuadros por recuperar, dos de ellos paisajes de Mallorca. «Lo que más nos dolió es que se llevaron los marcos de plata y dejaron las fotos esparcidas», explican.
También dicen que «estuvieron dudando entre nuestra casa y la otra. Finalmente entraron en la nuestra, por lo que nos explican los vecinos». Las afectadas presentarán demanda por «daños morales».