Los recortes protagonizaron el Miércoles Santo, ya que este miércoles solo hubo dos procesiones frente a las siete del año pasado. Sin embargo, esto no evitó que las procesiones del Sant Crist de la Santa Creu y del Camí de Getsemaní brillasen con todo su esplendor.
La Vírgen de la Soledat tuvo aún más protagonismo de lo habitual, ya que sorprendió a sus fieles con importantes novedades en el paso. El presidente de la cofradía, Miquel Forteza, explicó que el paso tiene menos elementos ornamentales para destacar la imagen de la Vírgen, que llevaba un manto de flores blancos.
En cuanto a los recorridos, la procesión del Camí de Getsemaní salió desde la iglesia de Santa Mónica hasta la de Sant Josep Obrer; antes iba desde Santa Mónica a la Soletat un año y al siguiente se hacía el recorrido al contrario. Sin embargo, se ha acortado el recorrido para evitar problemas de tráfico en las calles Aragó y Manacor. El año que viene esta procesión saldrá de la Soletat y terminará en Sant Josep Obrer. El Miércoles Santo es tan importante para esta cofradía, tanto como el Jueves o el Viernes Santo.
La procesión del Sant Crist de la Santa Creu también ha cambiado este año su recorrido por la gran afluencia de cofrades. Antes todos salían de Santa Creu, pero anoche lo hicieron de la calle Sant Llorenç, subieron las escalinatas de acceso a la iglesia, pasaron por delante del Sant Crist y salieron a la calle Forn de l?Olivera. Una veintena de cofradías participaron en la procesión del Sant Crist, que recorrió el barrio de Sant Pere, como cada año desde 1951. El buen tiempo permitió que las procesiones luciesen con todo su esplendor ante la mirada de residentes y turistas.