Palma cuenta con al menos dos estancos que abren las 24 horas. Uno está situado en la calle Rafael Rodríguez Méndez, número 16, frente al lateral de la iglesia de Sant Sebastià. Hace tres años, Toni Comas compró el bar Estadio, parte situado en esta calle y parte en Pau Piferrer. Antiguamente, este establecimiento ocupaba dos locales y el empresario decidió destinar uno a estanco. «Al principio abrimos los domingos y desde el 16 de noviembre las 24 horas. Por ahora es pronto para sacar alguna conclusión sobre la rentabilidad», explica.
Tres dependientas se turnan en las horas de 7 de la mañana a 11 de la noche y otras dos a la inversa. «La clientela está formada sobre todo por taxistas y conductores de ambulancia. Marlboro se puede comprar en cualquier máquina, pero hay mucha gente que fuma otras marcas que no se encuentran en estos aparatos, sobre todo tabaco de liar, que también es muy demandado». Marina, una de las dependientas, añade que el 60 por ciento del tabaco que se vende es en cajetillas y el 40 por ciento, de liar. El establecimiento ofrece también prensa diaria, revistas y caramelos.
En la calle Manacor, frente al Bingo Rosales, se encuentra otro estanco abierto todas las horas del día. Está regentado por Victòria y Sergio. «Nuestros clientes son vecinos que se quedan sin tabaco, trasnochadores, trabajadores de Emaya, del aeropuerto, gente de marcha...».
Al igual que sus compañeros de es Fortí, hace unos dos meses que no cierran. Sin embargo, les diferencia el tipo de negocio. En este local, se vende también café en todas sus variantes y productos de índole sexual como preservativos o geles, así como multitud de productos alimenticios, lo que le hace parecer casi un supermercado.
En lo que sí coinciden ambos negocios es que en las horas de la madrugada dispensan a través de un pasapaquetes, como en las farmacias de guardia.