La Oficina de Defensa de los Derechos del Menor, que ha presentado este jueves su memoria 2016 al presidente del Parlament, Baltasar Picornell, propone dentro de la misma el establecimiento de un protocolo de fugas efectivo en los centros de protección en los que haya menores.
En el documento, se explica que esto tiene que dar respuesta a una realidad «muy preocupante», como son las fugas consecuencia de las dificultades de integrar determinados adolescentes a una dinámica educativa y convivencial que les ayude a avanzar en su proyecto vital.
Sobre este mismo asunto, proponen la calificación como «alto riesgo» de cualquier desaparición de un menor de edad, a pesar sea de manera voluntaria, como son las fugas de los centros de protección, de acogidaresidencial o socioeducativos.
Además, consideran que se debería dar una actualización del reglamento de centros de acogida residencial a partir de la nueva normativa estatal del sistema de protección de la infancia y la adolescencia y que debería potenciarse la Unidad de Valoración de Abuso Sexual Infantil (UVASI).