Si algún punto de Mallorca tiene un claro problema con el alquiler turístico alegal ese es Palma. El Consell de Mallorca estima que el 92 por ciento de la oferta de alquiler vacacional de las capital no está en situación reglada, como señala memoria del Plan d'Intervenció d'Ambits Turístics (PIAT) que este jueves mismo comenzará su tramitación.
Los datos aparecen en el estudio que han presentado esta misma semana Biel Barceló y Mercedes Garrido y corresponden a 2016, así que la propia consellera reconoce que en estos seis meses pueden haber quedado desfasados. Lo que sí deja claro este informe es que la situación de Mallorca, con casi 125. 000 plazas de alquiler vacacional, «es mucho más preocupante que en la mayor parte de ciudades y destinos turísticos analizados».
Este mismo estudio es el que propone el decrecimiento turístico, la supresión de plazas en seis zonas de Mallorca que se consideran saturadas y masificadas. Se da por hecho que en estas seis zonas (Peguera, Santa Ponça, Palmanova-Magaluf, Palma-Arenal, Cales de Mallorca y Cala Millor) no se autorizará la comercialización de estancias turísticas en viviendas particulares. El estudio concluye que de las 67.000 plazas que se alquilan ilegalmente en Mallorca, Palma suma 20.553, según este estudio, a las que hay que añadir otras 1.667 plazas que sí se anuncian legalmente. Ello implica que en la capital hay detectadas al menos 3.400 viviendas que se ofertan en los circuitos turísticos sin capacidad legal para hacerlo.
Palma es la cabeza de león de este gran problema, ya que el resto de plazas ilegales se reparten de una forma más o menos homogeneizada por toda la Isla. Son significativos los datos de Alcúdia (6.716 plazas), Llucmajor (5.176 plazas), Calvià (3.356 plazas) y Pollença (3.352), pero en este municipio se da un fenómeno muy curioso ya que las plazas ilegales tan solo representan el 27,8 por ciento del total. Allí hay 8.666 plazas turísticas totalmente legalizadas.