Las aguas de las playas y zonas de baño de Palma tienen un alto nivel de calidad, según los análisis realizados a mitad de temporada, que catalogan la calidad del agua en todas como excelente, debido a la escasa presencia de dos bacterias.
Las aguas de baño de Palma son objeto de un control exhaustivo de su calidad. La toma de muestras durante la temporada de baño, del 8 de mayo al 8 de octubre, se realiza en los 13 puntos de muestreo definidos por la autoridad sanitaria con mayor presencia de bañistas y mayor riesgo de contaminación según el perfil de las aguas de baño.
Una vez recogida la muestra se analizan en el laboratorio para cuantificar los dos parámetros microbiológicos obligatorios: Enterococo intestinal y Escherichia coli, explica en una nota de prensa el Ayuntamiento de Palma.
En la Bahía de Palma esta contaminación es microbiana y tiene su origen con la proximidad de núcleos urbanos (aguas residuales) y relacionados con episodios de corta duración corresponde a fenómenos meteorológicos como lluvias intensas y fuertes escorrentías que sobrepasan la capacidad de los sistemas de saneamiento y depuración.
La escasa presencia de las dos bacterias permiten calificar la calidad del agua como excelente, excepto en la playa de Can Pere Antoni y un punto de muestreso en Ciudad Jardín, donde los valores obtenidos hasta julio de la Escherichia coli califican el agua como apta para el baño.
En cumplimiento de la carta de compromisos del Servicio de gestión integral de las playas y zonas de baño de Palma, además de las analíticas para garantizar el buen estado sanitario y ambiental, los técnicos municipales realizan una inspección ocular una vez a la semana durante todo el año y durante la temporada de baño.
También existe otra por parte el personal del servicio de salvamento y socorrismo que refuerza la vigilancia con dos inspecciones diarias.
En estas inspecciones se observa la transparencia, presencia de medusas, residuos alquitranados, vidrios, plásticos, materias flotantes, sustancias tensoactivas, restos orgánicos, presencia de animales marinos, así como el estado de la arena.
En este sentido este año no se ha detectado ni turbidez ni olores, pero si presencia importante de fragmentos y bolsas de plásticos flotando, relacionados con el fenómeno de la contaminación marina, conocido como «littering».
El resultado de la temporada del año pasado señalaron que en todos los puntos de muestreo del agua de las playas y las zonas de baño de Palma es apta para el baño; diez puntos fueron de una calidad excelente y tres de una calidad buena.