Personal de talleres de Emaya denuncia las precarias condiciones en que se está trabajando y que pueden llegar a suponer un peligro para las personas. «En estos momentos se está trabajando a destajo y sin medios adecuados, los vehículos de limpieza y recogida salen a la calle en condiciones inadecuadas, con la reparación mínima, y reconocemos que un día puede ocurrir algo, ya ha habido bicis que se han ido al suelo por las pérdidas de aceite, de líquidos de basura o de agua de estos camiones», admite uno de los empleados.
En el taller de Emaya trabajan unas 50 personas que se ocupan de la reparación de unos 550 vehículos, los cuales últimamente están teniendo bastantes averías por su antigüedad, según reconoce la empresa.
El informante añade que «se está descapitalizando el taller, pues la flota es cada vez más vieja, los medios más obsoletos y cada vez somos menos y no se recicla al personal». También se denuncia que «parece que la empresa está realizando una privatización encubierta del taller, ya que se envían vehículos a talleres externos y el personal de éstos nos llama para pedir consejos de cómo repararlos pues no tienen formación».
También se critica que desde el punto de vista laboral «las condiciones son más que precarias, más del 50 % del personal es contratado por 3, 6 meses o un año, porque se van tapando huecos».