Un documental de la cadena de televisión suiza NZZ Neue Zürcher Zeitung retrata la Mallorca que no aparece en los catálogos de promoción turística, y en la que se aprecia como «la isla de la calma esconde otra realidad, la cara oculta de la masificación turística».
El colectivo Terraferida compartió este documento en sus perfiles en redes sociales hace unos días, y las imágenes de espléndidas zonas litorales de alto valor ecológico, confrontadas con otras que muestran los efectos de la construcción a vista de dron, no han dejado indiferente a nadie.
«Catorce millones de turistas visitaron Mallorca en 2016. El turismo de masas ha avanzado imparable desde 1960, y se perfila a la vez como una maldición y una bendición. Aunque es la principal fuente de ingresos, los mallorquines se sienten acorralados: playas masificadas, escasez de agua, ingentes cantidades de residuos, contaminación, borrachos estridentes, mucho tráfico en las carreteras y aumento del precio de los alquileres, u hordas de turistas de crucero en el casco antiguo, han generado un movimiento de protesta de gran parte de la sociedad, que reclaman que les devuelvan su isla», explica el documento.