El fiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix, se ha desplazado este miércoles a Palma, para reunirse con el fiscal superior de Baleares, Bartomeu Barceló, y tratar diferentes temas de su departamento, y entre ellos se encuentra la nueva faceta de abogado del exfiscal Pedro Horrach.
A su llegada a la sede de la fiscalía, Moix ha declinado hacer comentarios sobre los temas polémicos que envuelven su gestión, así como las últimas informaciones que apuntan a que el fiscal, junto a sus hermanos, posee una empresa 'offshore' en Panamá que heredó de sus padres.
En declaraciones a la Cadena Ser, Moix ya advirtió que no veía motivos para dimitir o para que le cesaran, y este mismo miércoles, en Onda Cero, ha afirmado que hablará con el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, sobre este asunto, añadiendo que no tiene «ningún apego» ni «interés» en mantener el cargo.
En este contexto, la mayoría de partidos de la oposición ven reprobable que el fiscal jefe Anticorrupción no informara en su día de que poseía dicha sociedad, un extremo también compartido por la Unión Progresista de Fiscales (UPF).
De esta forma, PSOE y Podemos comparten que debería dimitir o ser cesado. Sin embargo, el Partido Popular mantiene la confianza en el fiscal, y cree que no hay que darle más vueltas al tema de la sociedad radicada en Panamá.