El exconseller de Turisme, Carlos Delgado, defiende su gestión en torno a la adjudicación del puerto de Calanova y mantiene que la querella por prevaricación interpuesta contra él y otras siete personas es una «venganza» vinculada al restaurante del club náutico.
A través de un comunicado señala que el administrador único de la empresa que firma la querella, Portals Night, el empresario Alfonso Robledo, la ha presentado a raíz de no conseguir la prórroga de la concesión del restaurante.
«Desde que vio dificultades en la obtención de la prórroga empezó a manifestar su intención de querellarse en caso de no obtenerla», afirma el exconseller. Añade que, su intención es personarse en la causa y proceder, «en cuanto se archive» a ejercer acciones legales contra Robledo por denuncia falsa.
Carlos Delgado también vincula a Robledo con el testigo del caso de corrupción en la Policía Local que le implicó. Se trata de un exempleado de Cursach que abrió una discoteca en Son Caliu y que manifestó que Delgado alentó una serie de inspecciones de este local. «Es socio de quien intentó involucrarme de manera falsa y forzada en la causa que se sigue contra el grupo Cursach, y contra quien inicié el mes pasado los trámites judiciales necesarios para la presentación de una querella por injurias».
El exconseller mantiene que su única participación en el proceso administrativo de Calanova fue la de presidir el consejo de administración de Ports, «que adjudicó el contrato de acuerdo con la propuesta de la mesa de contratación, de la que no formaba parte», además sostiene que fue «impecable». La Fiscalía mantiene abiertas unas diligencias informativas también.