El Consell de Govern ha validado este viernes la nueva ley de alquiler turístico, con un texto que finalmente no difiere demasiado del borrador presentado en un primer momento.
El anuncio ha sido ofrecido en la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo por el vicepresidente y conseller de Turismo, Biel Barceló, quien ha informado que ahora el Parlament tramitará el texto por vía de urgencia.
Se trata de una norma que establece un marco general y da herramientas a los ayuntamientos y Consells, que conocen con mayor exactitud el territorio, y además tienen la competencia de ordenación urbanística.
Entre otros puntos, los inmuebles que se quieran dedicar a esta actividad deberán estar inscritos en un registro, y en ningún caso podrán hacerlo viviendas con menos de cinco años de antigüedad.
Así pues, pretende ser «una solución equilibrada» en beneficio del «bien común» y que avance hacia «un modelo turístico sostenible».
También se tiene en cuenta el objetivo de establecer un necesario techo a esta actividad, derivado del «incremento descontrolado» que se ha dado en diversos lugares, y que genera efectos nocivos para los residentes, como la gentrificación o el aumento del precio de los alquileres.
Hay que recordar que numerosas asociaciones empresariales, entidades de vecinos y grupos ecologistas presentaron un alud de alegaciones al borrador del anteproyecto de ley de modificación de la Ley de Turismo en relación a la comercialización de estancias turísticas en viviendas, uno de los puntos más polémicos, al que se unió más recientemente la intención anunciada por el Ajuntament de Palma de prohibir el alquiler turístico este mismo verano.