El relevo de Ruth Mateu como consellera de Transparència, Cultura i Esports –de cuya renuncia se cumplirá mañana una semana– puede zanjarse con más cambios en el Govern, tanto de personas como, sobre todo, en el organigrama. Portavoces de los partidos que negocian con la presidenta Armengol han confirmado este extremo.
El Govern está formado actualmente por 10 consellerías, una con rango de vicepresidencia (que se mantendrá), de las que dependen las diferentes direcciones generales. Si la Conselleria de Transparència se divide (y así será si no se pone sobre la mesa el nombre de un, o una, independiente aceptado por todos los partidos), ya se está considerando otros cambios. Habrá áreas que pasen de una conselleria a otra y un nuevo ordenamiento de las empresas públicas, un asunto en el que Podemos insiste especialmente.
Desde el Consolat de Mar no se descarta una remodelación amplia que no quedaría totalmente perfilada hasta después de la Semana Santa. Sería un acuerdo de todos los partidos que firmaron los acuerdos de 2015. De hecho, si los cambios se concretan, se escenificarían como un ‘replanteamiento pactado' de lo que se articuló entonces.
Aunque en el Consolat de Mar se trabajaba con la idea de poder anunciar, mañana viernes, un acuerdo para cambiar el organigrama (con independencia de que se anunciaran nombres), la realidad es que de las reuniones y conversaciones de ayer –algunas en la Presidència y otras por teléfono– no se desprendía un acuerdo inminente. Desde el entono de la presidenta del Ejecutivo se mantiene que «primero hay que arreglar lo de Més», en el sentido de que hay voces diferentes. El martes se celebró una reunión del Consell Polític de esa formación en la que se tomó el acuerdo de seguir optando a Transparència y no trocearla en ningún caso. ¿Hasta qué punto se trata de un asunto innegociable? Pues, depende de la fuente informante y de si está o no en el centro de la negociación.
Dimitirá si le imputan
El coportavoz de Més, David Abril, de los pocos que hablan abiertamente y sin reservas, dijo que «si hay que mover cosas, competencias de una consellería a otra, estamos abiertos a hacerlo en todos los sentidos».
Abril cree que se puede mantener Transparència y, a la vez, que se pasen competencias a otra consellería. Según indicó, «todos los consellers saben bien lo que funciona y lo que no y como se podría mejorar».
La portavoz de Podemos, Laura Camargo, ya señaló el día anterior que esta crisis no debía «cerrarse en falso» y que prefería esperar a la comparecencias de Biel Barceló para informar de los contratos con las consultorías del exjefe de la campaña electoral de 2015, Jaume Garau. La comparecencia podría producirse el miércoles. El vicepresidente dijo ayer a IB3 Ràdio que «si Anticorrupción abre una investigación sobre los contratos, pondré mi cargo a disposición». Ya lo avanzó el día anterior.