Los embalses de Cúber y Gorg Blau, de los que procede el 30 % del agua que se consume en Palma, están al 102 % de su capacidad, por lo que se están desbordando de forma controlada, según ha informado este lunes la empresa pública municipal Emaya.
El año pasado por estas fechas los dos embalses rozaban el 28 % de su capacidad, pero las lluvias del otoño y, sobre todo, los episodios de precipitaciones intensas de las últimas semanas han llevado a las dos reservas de agua a una situación de sobreabundancia que no se producía desde 2010.
El alcalde de la capital, José Hila, y la presidenta de Emaya, Neus Truyol, han visitado los embalses para comprobar sobre el terreno como en Cúber, lleno al 101,2 %, el agua desbordada se está evacuando por el torrente del Almadrà.
En el Gorg Blau, donde la capacidad máxima está superada en un 2,9 %, el desbordamiento fluye al torrente llamado también Gorg Blau, que desemboca en el torrente de Pareis.
En el primero de los embalses el nivel del agua ha subido en 98 centímetros desde el pasado lunes, y en el segundo en 218 centímetros.
De la red conformada por las dos grandes reservas de agua se bombean 500 litros por segundo, lo máximo posible, hacia la estación de tratamiento de Lloseta con el fin de aprovechar todo lo posible el caudal acumulado para el consumo.
Además, en coordinación con el organismo autonómico Abaqua, se ha decidido aportar agua al municipio de Calvià, dado el excedente de los embalses y la importante producción de las fuentes que abastecen Palma (de la Vila, den Baster y Mestre Pere).
La presidenta de Emaya ha destacado la importancia de la recuperación de los embalses, pero ha incidido en que éstos solo pueden proporcionar el 30 % del agua que se consume en Palma, que se nutre también de las fuentes y de los acuíferos, que se recuperan más lentamente.
«Tampoco podremos prescindir del agua desalada para hacer frente a la temporada turística y poder reservar agua en los pozos», ha incidido el Ayuntamiento.