Durante el transcurso del concierto en el Parc de les Estacions, tras la manifestación del 31-d, dos jóvenes de Arran subieron al escenario y quemaron una foto de Felipe VI.
Según indicaron este acto forma parte de una campaña de la izquierda independentista bajo el lema «Ni rei ni por». «En solidaridad con los compañeros encausados por la Audiencia seguiremos luchando y quemando las fotos del rey. Ni rey ni miedo», dijeron antes de la quema de la imagen los dos jóvenes.
Por otra parte, al finalizar el recorrido de la manifestación ya en el Parc de les Estacions, se leyeron dos manifiestos. El primero a cargo de Sonia Domenech, portavoz de BUP, en el cual reivindicó que Mallorca necesita «un espacio político de ruptura» donde la soberanía «no es una opción, sino una necesidad».
La lectura más aplaudida fue la de Maribel Servera con un manifiesto en forma de glosa. Alabó que el 31 de diciembre sea por fin la Diada de Mallorca, alertó a los actuales gobernantes de no «perder el hilo» y también recordó el hecho histórico de que se haya abierto la fosa de Porreres. «No aturarem la protesta fins que jegui de través», enfatizó al reivindicar el derrumbe de la Feixina. Servera finalizó el parlamento animando a los asistentes a no parar de trabajar «fins que poguem abastar sa nació lliure i completa».
Los hermanos Martorell concluyeron el acto con la música de la Balanguera, Els Segadors y la Muixeranga antes de dar paso al concierto.