Palma está batiendo récords turísticos y eso tiene unos efectos colaterales en la vida cotidiana de los residentes en la capital balear. La suciedad es uno de los más visibles, botellas, vasos, tarrinas de helados, bolsas de plásticos, colillas... son sólo algunos de los residuos que inundan el espacio público de la ciudad.
Ante esta situación, Emaya se ha visto obligada reforzar el dispositivo de verano y, pese a ello, parece que no es suficiente. Desde la empresa municipal destacan que este verano han incrementado la frecuencia de vaciado de papeleras. En concreto, han pasado de dos a tres vaciados diarios.
La empresa municipal ha constatado que las papeleras existentes no son suficientes, por lo que se instalan contenedores pequeños en las zonas de mayor afluencia turística.
Emaya también ha puesto en marcha un refuerzo de limpieza por las tardes. La empresa municipal aún no dispone de datos, por lo que a fecha de hoy es imposible saber el número de toneladas de basura que se recogen. No obstante, se prevé que se haya producido un incremento respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.