Este martes el centro de Palma se colapsó, ya que el día nublado y la ligera lluvia propicio que miles de turistas abandonaron la playa para recorrer los puntos más turísticos de la ciudad, copando las terrazas, las calles principales y algunas tiendas. Además, cinco cruceros atracaron en el puerto.
El Born tenía sus laterales ocupados por jóvenes y familias descansando tras el paseo por la ciudad. En la Plaça de la Reina los autobuses de la linea 25 pasaban con el cartel de ‘completo', mientras las colas de gente que esperaban el siguiente. Los accesos al Palau de l'Almudaina, invadidos. Más de 200 turistas esperaban poder entrar al Museu de la Catedral. Circulaban por Palma todas las calesas, no había ninguna en su parada habitual. Ni una silla vacía en las terrazas de la Plaça Santa Eulàlia. La calle Colón era un hervidero que culminaba en la Plaça Major. La calle Sant Miquel estaba impracticable, al igual que la calle Oms.
En cuanto al tráfico, los accesos a Palma estaban saturados y los aparcamientos prácticamente llenos.