La Fundación Archivo Manuel de Falla ha manifestado su preocupación por la posible demolición de la casa del barrio palmesano de Génova donde el músico estuvo alojado en 1933 y en 1934 y ha pedido que se conserve y sea señalizada convenientemente para que pueda ser visitada.
La entidad ha dirigido un escrito abogando por la conservación del inmueble a la Asociación para la Revitalización de Centros Antiguos (ARCA), que fue la que dio la voz de alarma sobre el posible derribo de la casa, después de que el Consell de Mallorca haya emitido un informe donde levanta la suspensión de las licencias de demolición porque considera que no presenta suficientes valores para protegerla.
ARCA ha destacado en un comunicado la importancia del apoyo expresado por la Fundación Archivo Manuel de Falla en defensa de la casa situada en la calle Rector Vives y ha anunciado que hará llegar el escrito tanto al Consell de Mallorca como al Ajuntament de Palma.
La gerente de la fundación, Elena García de Paredes de Falla, ha pedido «una respuesta institucional eficaz» y ha recordado que Falla habitó en esa casa durante sus estancias en Mallorca «huyendo de los ruidos que se producían en Granada y buscando la calma perdida en los convulsos años previos a la Guerra Civil».
«Mosén Thomas, director de la Capella Clásica, se ocupó de buscarle un sitio tranquilo donde pudiera retomar el trabajo, y en esa casita compuso la 'Balada a Mallorca' sobre un tema de su admirado Chopin, que también habitó en Mallorca», señala la carta de la fundación.
El Archivo Manuel de Falla conserva «numerosa documentación original» sobre los meses que Falla pasó en la vivienda «singular no sólo por su tipología sino también porque en ella habitó un gran creador».
La entidad considera fundamental la protección patrimonial de enclaves como la casa: «Nuestro deber defenderlos y señalarlos convenientemente, pues son muchas las personas que gustan de visitarlos en sus viajes».
La fundación ha recordado otros lugares vinculados al compositor que gozan de protección como el carmen de la Antequeruela en Granada, que es hoy Casa Museo declarada Bien de Interés Cultural; el chalet Los Espinillos en Alta Gracia, Argentina, que se ha convertido también en un concurrido museo, y las casas en las que nació y pasó su infancia en Cádiz, que tienen una placa recordándolo.
La gerente de la fundación ha pedido a las instituciones implicadas en la protección patrimonial que reflexionen sobre la necesidad de evitar «el gran mal» que sería privar a la sociedad de un enclave tan singular para el futuro.
ARCA ha recordado que el apoyo manifestado por la Fundación Manuel de Falla de Granada se suma a los expresados anteriormente por el compositor Joan Moll y el hijo del biógrafo autorizado de Falla, Manuel Orozco.
La entidad conservacionista ha recordado que la estancia de Falla en Mallorca fue más prolongada que la de Chopin y sin embargo a la del músico polaco se le da más importancia cuando «se merecería como mínimo la misma».
ARCA no confía en la voluntad política de conservar este inmueble que considera un fragmento paisajístico e histórico de las islas y ha alertado de que la gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma aborda mañana la licencia de demolición. La asociación ha anunciado que pedirá que no se autorice.
Además presentará un recurso ante el Consell contra el levantamiento de la suspensión de la licencia porque considera que la casa presenta evidentes valores patrimoniales tanto de carácter local como insular».