El Govern no descarta abrir parte del antiguo Son Dureta como hospital para enfermos crónicos. El problema que tiene el actual Ejecutivo autonómico es de falta de financiación para poder emprender las obras de remodelación.
Así lo reconoció este jueves el director general del IB-Salut, Juli Fuster. «Cuando se evalúen las necesidades y haya financiación» se emprenderá la reforma, dijo.
«Son Dureta es una recurso que podría servir ya que tiene muchas utilidades», indicó Fuster, en la rueda de prensa de presentación de los datos de las listas de espera, y añadió que, «la reforma no tiene por qué ser de golpe y la verdad es que necesita mucha financiación, que ahora no tenemos», aunque espera disponer de ella antes de que finalice la actual legislatura.