Al terminar 2015, un enfermo pendiente de intervención quirúrgica esperaba una media de 110,9 días y un año antes la demora era de 114,3 días, lo que representa una reducción del 2,9 %, mientras que el número de pacientes a la espera de ser operados bajó de 14.487 a 13.478, un 6,9 %.
Sin embargo, el volumen de usuarios de la sanidad pública que aguardaban para una consulta de especialista creció el año pasado un 3,6 % al pasar de 58.606 a 60.749, aunque la demora media se redujo de 102,6 a 88,8 días, un 13,4 %, según los datos hechos públicos hoy por el Ib-Salut.
Los gestores de la sanidad pública balear han destacado hoy en una nota de prensa que el número de pacientes que esperan más de seis meses para ser sometidos a una intervención quirúrgica se redujo a lo largo de 2015 un 11,2 %.
El Ib-Salut señala que se ha producido «un cambio en la tendencia al alza del tiempo que esperan los pacientes para ser operados o para una consulta con el especialista».
Las dolencias del 96,9 % de los pacientes pendientes de intervención quirúrgica al concluir 2015 eran consideradas de «prioridad normal o baja» y el resto tenían carácter preferente, señala el departamento de la Conselleria de Salud, que precisa que en los casos de las operaciones por cáncer de máxima prioridad «la detección, el diagnóstico y el tratamiento se completan en una media de 28,7 días».
Las mayores acumulaciones de consultas correspondían a las especialidades de oftalmología (22,5 %), traumatología y cirugía ortopédica (19,5 %), aparato digestivo (9,7 %), dermatología (7,5 %) y otorrinolaringología (8,1 %).
En cuanto a las pruebas radiológicas, a 31 de diciembre de 2015 había 43.829 pacientes en lista de espera, un 5 % menos que el año anterior, y la demora media se situaba en 41,4 días, menos de la mitad que en 2014, cuando era de 98 días