El asunto de la entrada de correos basura (spam) en el sistema informático de Son Espases y de otros centros del IB-Salut se está liando cada vez más. El representante de CCOO en Son Espases, Francisco Moreno, acudió este miércoles por la tarde a la Jefatura Superior de Policía y presentó una denuncia por la invasión de correos basura. Adjuntó algunos correos de contenido altamente sexual que han entrado en los correos de los trabajadores.
CCOO expresa su «temor» ante la posibilidad de que «quienes cometen estos hechos puedan acceder a los archivos de pacientes y trabajadores». La denuncia indica que las penetraciones se han producido entre el 1 y el 27 de enero. Salut no renovó el contrato anti-spam que tenía con Microsoft, que expiró el 31 de diciembre.
Sin embargo, el IB-Salut niega «de forma tajante» que esté en peligro la confidencialidad de los datos de los enfermos. «El sistema está herméticamente protegido», afirma Antònia Salvà, subdirectora de Sistemas del IB-Salut, quien también destaca que «estamos solucionando el problema». A su vez destacó que «una nueva empresa ya se ha hecho cargo del sistema anti correo basura, por lo que la situación está controlada».
Los hospitales de Balears tienen contratos con diferentes empresas informáticas. Así, Son Espases trabaja con Milenium, mientras que Son Llátzer es cliente de Hewell Packard. Los centros de la antigua Gesma, como el Psiquiátrico o el Hospital General, están atendidos por otra empresa. Sin embargo, toda la estructura sanitaria pública, incluidos los centros de Menorca, Eivissa y Formentera, están centralizados a partir de la plataforma informática central que depende del IB-Salut. Se trata de una estructura «que se ha montado a lo largo de los años y ello explica que funcionen con diferentes empresas informáticas». En todo caso, se certifica que «no hay virus y la confidencialidad de los expedientes de los pacientes está garantizada. Es más, todo médico que quiera consultar un expediente deja la huella de su entrada y si no es el facultativo directo del enfermo debe explicar porqué consulta su historial. No hay ningún peligro de tráfico con datos sanitarios, ninguno», asegura Salvá.