Los Reyes Magos de Oriente trajeron este martes a Palma las primeras lluvias del invierno en una noche mágica donde los niños, de nuevo, fueron los principales protagonistas. Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a las 17.50 al Moll Vell a bordo del velero 'Rafael Verdera'. Poco antes, cayó la primera lluvia de la tarde, lo que impidió la actuación de los payasos del Circo Alegría. A las 18.00 horas Sus Majestades bajaron del antiguo velero mallorquín y se acercaron a dar la mano a los cientos de niños que durante horas esperaron su llegada. Tras llegar a sus carrozas comenzaron la cabalgata por las calles más céntricas de Palma.
Fue un desfile de temática marinera que no sorprendió, un poco justo en animación y alegría, tan sólo aupado por los bailes y músicas de las comparsas participantes.
Un total de 10 carrozas y 14 comparsas iniciaron en Antoni Maura la cabalgata, con un parón en la lluvia que aguantó hasta las 19.00 horas. Después, el agua y el viento no cesaron hasta que los Reyes llegaron a Cort pasadas las 20.15 horas, donde fueron recibidos por José Hila, alcalde de Palma, y donde saludaron a las familias que esperaban en la plaza desde el balcón. Con la cabalgata a punto de finalizar, y muchos de los niños camino ya de su casa, Sus Majestades se reunieron en la Sala de Plenos con niños de la Fundación ONCE, Aspas y La Purísima.
Part Forana
En los pueblos de Mallorca la llovizna consiguió mermar las ilusiones de pequeños y mayores. La magia llegó un año más, en carroza, a caballo o a pie a la Part Forana. Cargados de regalos, los Reyes de Oriente y sus pajes consiguieron llenar las calles de los pueblos de ilusión, de sonrisas y sorpresas.
En Manacor se repitió el recorrido del año pasado. Una cabalgata llena de color salió desde la Torre de ses Puntes para llegar hasta la Parròquia dels Dolors, donde tuvo lugar la tradicional adoración. En el resto de pueblos de la comarca Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron también su mágica parada.
En Inca, como ya sucedió con las fiestas patronales o el Dijous Bo, la cabalgata de Reyes llegó «cargada de novedades». La más relevante fue que Sus Majestades no pararon en la plaza del Ajuntament sino en la de Santa Maria la Major, de modo que la bienvenida y la adoración se hicieron dentro de la parroquia. La cabalgata contó con tres nuevas carrozas.
En Sóller, un chaparrón obligó a suspender el último tramo de la cabalgata, cuando recorría el centro de la ciudad. El acto continuó dentro de iglesia parroquial.
En Calvià Vila también hizo su aparición la lluvia, aunque el público aguantó cobijado bajo paraguas. Sus Majestades llegaron en barco a Port Adriano, desde donde iniciaron el recorrido por los dististos núcleos del municipio. En el Port de Andratx, la lluvia también estropeó la cabalgata, no así en s'Arracó. En Llucmajor, aunque no llovió, el público soportó viento y frío. La tónica se repitió en otros pueblos de la Isla.