El año pasado, el partido judicial de Palma registró 2.691 denuncias por violencia de género, más de siete de media cada día. Esta cifra representa más de la mitad de las acusaciones que se pusieron en Balears, que, con 4.687, es la provincia con un mayor índice de casos denunciados por cada 10.000 mujeres.
La gran mayoría de las denuncias, un 82,18 %, se registraron por delitos de lesiones y maltrato. Los siguientes más frecuentes, aunque, por supuesto, muy por detrás, fueron el delito contra la libertad (en un 7,26 % de los casos) y contra la integridad moral (en un 5,83 % de las denuncias).
A pesar de que el número de delitos registrados también aumentó en 2014 respecto al año anterior, las órdenes de protección se han reducido de forma drástica: desde 2010, se solicitan casi un 50 % menos.
En 100 de las 215 que sí se emitieron, la relación entre la víctima y el denunciado era de ex relación afectiva y en 52 casos ambas personas eran excónyuges.
Las medidas de protección más habituales son, a nivel penal, la prohibición de la comunicación y las órdenes de alejamiento. Por otro lado, a nivel civil se exige al denunciado, sobre todo, la prestación de alimentos y la atribución de la vivienda.