El PP ha registrado este jueves una petición en la que ha instado al Ayuntamiento de Palma a que el monumento de Sa Feixina sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y se paralice cualquier actuación en curso relacionada con su demolición.
La portavoz del PP en Cort, Margalida Durán, ha argumentado que el monolito fue adaptado a la Ley de Memoria Histórica en 2010 y en aquel momento se suprimió la simbología franquista.
Además, Durán ha señalado que el monumento «tiene un valor arquitectónico propio» y ha destacado que diversas asociaciones vecinales de Santa Catalina han manifestado su rechazo a la demolición y han recogido más de 1.500 firmas para evitarlo.
La portavoz del PP también ha explicado que, según una encuesta, el 80 por ciento de los ciudadanos está en contra de la demolición y ha subrayado que el Ayuntamiento «tiene que escuchar a los ciudadanos y no puede ir en contra de su voluntad».
En este sentido, Durán he declarado que no existen ningún motivo para derribar el monolito, en cambio hay muchos motivos para su conservación.
Por su parte, el portavoz del PP en el Consell, Mauricio Rovira, ha lamentado la falta de diálogo por parte del Ayuntamiento de Palma y ha denunciado que «ni siquiera quieren estudiar» la protección del monumento, ya que no han atendido a ninguna de las peticiones del PP para su conservación.
ASOCIACIONES VECINALES EN CONTRA DE LA DEMOLICIÓN
En el momento de registrar la petición, distintas asociaciones vecinales de Santa Catalina han respaldado la iniciativa del PP. Así, el vicepresidente de la asociación de Amics de Santa Catalina, Jaume Horrach, ha declarado que se trata de un monumento emblemático en el barrio, al tiempo que ha opinado que «es mejor construir que destruir».
Asimismo, la vicepresidenta de la asociación de vecinos de Monti-sion, Calatrava y Santa Clara, Teresa Sánchez, ha solicitado al Ayuntamiento que «escuche a los ciudadanos».
En la misma línea, la presidenta de la asociación de vecinos de San Jaime, Sonia de la Vega, ha hecho referencia a una encuesta según la cual el 65 por ciento de la población está en contra de la demolición, y ha considerado que la demolición «hará más daño», ya que según ha indicado va en contra de lo que ha opinado la población.