Joan Forteza es el presidente de la Federació d'Associacions de Veïns de Palma (FAAVV) y está de acuerdo con la decisión del Ajuntament de retirar el monumento al crucero Baleares del parc de Sa Feixina porque «es un nexo inevitable con el franquismo».
«Aunque se le despojó de parte de la simbología, sigue representando una ideología por la que muchos se sienten ofendidos», explica Forteza. De hecho, el presidente de la FAAVV cree que con la retirada de algunos elementos y la instalación de la placa que mandó hacer Aina Calvo no se contextualiza correctamente: «la letanía no ofende a nadie, pero tampoco sirve para nada. No explica ni cómo ni por qué se construyó».
Además, Forteza define de «cobarde» la actuación de la exalcaldesa de Palma Aina Calvo, por «intentar contentar a todos: si se quiere hacer un recuerdo a todas las víctimas, que sea de forma democrática y que participen todas las asociaciones».
Otro de los argumentos de este representante de los vecinos es que Guillem Forteza, el arquitecto del parc de Sa Feixina, se oponía a los elementos verticales en el parque porque «desvirtuarían su proyecto».
En cualquier caso, para Joan Forteza la retirada del monumento no significaría su demolición, sino un traslado a un museo, ya que es donde debería estar si su función es explicar la historia.