Las tres diócesis de Balears –Mallorca, Menorca Eivissa-Formentera– ya trabajan en la elaboración del plan de acogida de refugiados sirios, siguiendo las indicaciones que hizo el papa Francisco el pasado domingo en la plaza de San Pedro de Roma. Los distintos obispados han encargado a las respectivas organizaciones de Càritas que canalicen las ofertas de acogida de refugiados que realizan tanto fieles como parroquias, así como conventos de diferentes órdenes religiosas.
El obispo de Mallorca, Javier Salinas, recordó que todo el dispositivo «lo tenemos que coordinar con la Administración, que es de quien dependemos y con la que ya tenemos abiertos canales de diálogo». Todavía se está en una fase embrionaria y no se ofrecen datos sobre el número de refugiados que la Iglesia en las Islas podrán instalarse en sus dependencias, aunque la Diócesis mallorquinas recibió desde el primer momento ofrecimientos de distintas parroquias.
El obispo Salinas no ocultó su sorpresa por el llamamiento del Santo Padre, «no estaba previsto que hiciese una petición de estas características». Aunque indicó que desde el mismo lunes la Diócesis comenzó a trabajar en la acogida de refugiados, aunque puso especial énfasis en advertir que «hay que analizar qué necesidades tendrán en materia sanitaria y educativa, además de conocer su opinión y la de los expertos sobre qué fórmulas son las más adecuadas para albergarlos, concentrados en pocos edificios o dispersados por las Islas para favorecer su integración». En esta línea Salinas se remitió a la opinión de los expertos.