El Centre Municipal de Protecció Animal de Son Reus no tuvo que sacrificar el pasado julio ningún perro por falta de espacio. Pese a que los abandonos aumentan durante los meses de verano, el trabajo del personal del centro junto con la tarea de los voluntarios ha permitido que no se haya producido ninguna eutanasia de perro y en cambio se hayan potenciado las adopciones o recuperaciones.
El Consistorio palmesano informó de que durante los meses de verano (julio-agosto) hay una media de 280 a 300 entradas mensuales de animales, mientras que en los meses de otoño-invierno la media es de 170 a 200 entradas en el mes. Las entradas suman tanto las de animales abandonados identificados con microchip, canes vagabundos (es decir, sin identificación) y las renuncias (perros depositados en el centro por su propietario).
Este año entraron 167 animales durante el mes de febrero (162 el año pasado) y un total de 277 este pasado mes de julio (311 en julio de 2014) .
El Ajuntament reconoció que este incremento estival hace que el trabajo diario en Son Reus supere en muchas ocasiones la capacidad del personal del centro, que trabaja para que los animales puedan ser recuperados por el propietario o bien, dados en adopción.