Este verano está siendo el mejor para la oferta de turismo rural de los últimos tres años, pero la realidad que vive este tipo de alojamiento en Mallorca es muy diferente, ya que si de mayo a septiembre registra unos niveles de ocupación y rentabilidad óptimos, «de octubre a abril cierra el 98 % de establecimientos, circunstancia que se viene produciendo en los últimos cinco años por la falta de conectividad aérea en los meses invernales», señala el presidente de la Associació Agroturisme Balear, Miquel Artigues.
El número total de agroturismos, turismos rurales y hoteles de interior que hay en la Isla es de 190. Se trata de una oferta de gran calidad, muy demandada en el mercado español y europeo y capta un turismo de gamamedia-alta.
«No queremos cerrar, ya que apostamos por estar abiertos todo el año, pero la falta de conectividad aérea es un grave problema para nuestro sector. A esto, hay que sumar los elevados precios de los billetes en los meses invernales para venir a Mallorca desde cualquier destino. Si aumentara el número de vuelos y la demanda creciera, dispondríamos en la Isla de una oferta de alojamiento más para incidir en la desestacionalización», apunta Artigues.
En cuanto a la evolución en los meses de temporada alta, señala que «estamos bien en ocupación, pero ello es debido a que llevamos unos años con los precios congelados para reactivar las ventas a través de todos los canales de comercialización, principalmente en internet».