Baleares es la comunidad que dedica menor porcentaje de gasto corriente en protección medioambiental en la industria, con un 0,5 por ciento, según la encuesta del gasto de la industria en protección ambiental del Instituto Nacional de Estadística.
Tras Baleares, con el menor porcentaje de gasto, se sitúan Extremadura (1%), La Rioja (1,2%) y Canarias (1,6%). Por su lado, Cataluña destinó el 26,4 por ciento del gasto corriente en protección del medio ambiente en 2013, con 464 millones de euros y también fue la que realizó mayor inversión en este ámbito, con 463,97 millones de euros, el 21,7 por ciento del total. A esta le sigue Andalucía, con un gasto de 217,26 millones de euros, el 12,4 por ciento del total y con una inversión de 71,06 millones, el 12,8 por ciento del total.
Datos nacionales
En España, las industrias destinaron un total de 2.312 millones de euros a la protección ambiental en 2013, lo que representa un 1,6 por ciento menos que el año anterior y, mientras el gasto corriente destinado a este ámbito aumentó un 1,8 por ciento la inversión en esta materia registró un descenso anual del 10,9 por ciento.
Según estos datos, este dato supone más de 200 millones menos que el gasto en protección ambiental en 2009, cuando la industria destinó a estos fines 2.586,6 millones de euros. Por áreas de inversión, el 47,9 de este montante se destinó a protección del aire y del clima; el 20,4 por ciento a la gestión de aguas residuales; el 8,6 por ciento a gestión de residuos y el 23,1 por ciento a otros ámbitos.
En cuanto a los sectores industriales que realizaron este gasto, el mayor es el de alimentación, bebidas y tabaco, con el 26,2 por ciento, un 1,2 por ciento más que en 2012. A este le sigue la industria química y farmacéutica, con un 18,5 por ciento (3,6 por ciento más); seguido de metalurgia y fabricación de productos metálicos, con un 1,46 por ciento del total del gasto, en este caso un 2,9 por ciento menos que en el ejercicio anterior.
Por otro lado, las inversiones realizadas por los sectores industriales fueron el de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, que destinó 94,7 millones de euros y el de la industria química y farmacéutica, que invirtió 79,4 millones de euros.