Asociaciones de vecinos, entidades y la oposición despidieron a Mateo Isern en su último pleno como alcalde con críticas a su gestión. Urbanisme, Benestar Social y Seguretat Ciutadana fueron las áreas más criticadas.
La Federació de Veïns fue especialmente crítica con la gestión realizada por el teniente de alcalde de Urbanisme, Jesús Valls. «Los vecinos y las asociaciones a los que representa la Federació no están contentos con la política urbanística», aseguró su presidente Joan Forteza. En su opinión, sí puede que lo estén Acciona, «los promotores especuladores del Molinar», las empresas de alquiler de coches, «la familia Barceló» por el Palacio de Congresos, etc. ARCA y Pere Felip fueron muy críticos con la decisión del gobierno municipal de no proteger la fachada de Can Bibiloni.
Los partidos de la oposición, que votaron a favor de reprobar a Valls, a propuesta de MÉS. El retraso en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana fue unos de los puntos más criticados. El portavoz del gobierno municipal, Julio Martínez, salió en defensa del titular de Urbanisme y aseguró que ha tenido que pagar «26 millones de fotos que se hicieron otros». Además, destacó que «no conozco a ningún regidor de Urbanisme que se haya puesto al frente para evitar desahucios, asumiendo una responsabilidad que no nos tocaba».
La portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Àngela Pons, valoró que la política social y de vivienda del Consistorio ha sido un fracaso.
El sindicato CSIF suspendió la gestión del alcalde Mateo Isern en la Policía y expresó su deseo de cambio. «Usted es el emperador de la mentira», espetó al alcalde Jaime Garau, en representación de CSIF. Principalmente denunció la falta de medios de los agentes y acusó a Isern de reservar los mejores para su seguridad. «No hemos podido ayudar a la gente porque no hemos podido llegar», aseguró. El regidor de Seguretat Ciutadana, Guillermo Navarro, negó estas acusaciones y precisó que Isern tiene los mismos escoltas que tuvo Aina Calvo.