Tras las quejas de sectores políticos y de la sociedad civil, una nueva voz se alza contra el derribo del edificio de Can Bibiloni, en Palma.
En este caso es el candidato de Proposta per les Illes (PI) a la Alcaldía de Ciutat, Toni Fuster, quien ha considerado este jueves una “burla a la inteligencia” que el mismo consistorio que quiere promover la declaración de Palma como Patrimonio de la Humanidad vaya haciendo desaparecer sus edificios más emblemáticos.
“Ya está bien de derribar Patrimonio, son los mismos del Pont des Tren”, recordó Fuster, mencionando lo que entiende como una nueva demostración de falta de interés histórico del PP en la protección patrimonial.
El candidato del partido de Jaume Font no entiende que se plantee derribar el legado del arquitecto más ilustre de la ciudad, Gaspar Bennàzar. “Si no fuera para llorar, harían reír”, declara el candidato.
Además, reclama que antes de tomar decisiones que modifiquen el carácter, la personalidad y la identidad de la ciudad se debería tener en cuenta la opinión de los palmesanos, y por ello echa de menos un mayor protagonismo de la participación ciudadana.
“Es una prueba más de que gobiernan de espaldas a la gente. Es normal que la gente esté harta de políticos que toman decisiones unilaterales”.