ARCA ha anunciado que recurrirá la licencia que autoriza la demolición del histórico edificio de Can Bibiloni, obra del arquitecto Gaspar Bennàzar, emitida por Cort y amparada por los técnicos municipales de Patrimonio.
La entidad comprometida con el patrimonio propio muestra indignación por la decisión del consistorio palmesano de sustituir el edificio por 38 viviendas y cuatro locales comerciales, y en especial con los técnicos, de quienes han dicho que son “insensibles y totalmente alejados de la ciudadanía”.
“¿Qué puede esperar la ciudadanía si quienes están al frente de la sociedad y de la economía no quieren o no saben respetar la historia de Palma?”, se preguntan en la organización, preocupados por la desaparición del patrimonio industrial de Ciutat.
Finalmente, lamentan que el próximo derribo de Can Bibiloni se sumará a otras acciones que se han llevado por delante un pedazo importante de la historia de Palma. En este capítulo repasan la desaparición de la fábrica Coromines, el Pont des Tren, o el Hostal Arxiduc.
Votos del PP
Por su parte, el grupo de Més per Palma ha rechazado que el Ayuntamiento haya aprobado una demolición «exprés» sin estudiar la protección de la fachada de Can Bibiloni, tal como le pedía el Consell Insular, y que la iniciativa solo recibió el apoyo de los representantes del PP en el Consejo de Gerencia.
En un comunicado, el portavoz municipal, Antoni Verger, apunta que Cort no ha querido estudiar de manera seria los argumentos a favor de la catalogación y protección del edificio, y no han elaborado ningún informe técnico municipal exhaustivo que analice la cuestión desde un punto de vista patrimonial.
Por todo ello, los ecosoberanistas también se opondrán a la desaparición de Can Bibiloni.