Este jueves el director técnico de Emaya, Llorenç Mestre, incidió en la segunda jornada del juicio por las deficiencias en la instalación, en los problemas que han hecho inutilizable el servicio de recogida neumática. «Las tuberías de la recogida neumática están hechas del metal más vulgar que existe. La corrosión está en toda la red».
Apuntó además que, a raíz del colapso de las instalaciones en mayo de 2012 hubo una propuesta de la empresa que la instaló, Envac Iberia para repararla, «pero sin asumir los costes».
El técnico explicó que las conversaciones con la empresa fueron constantes a raíz de los múltiples problemas que aparecían. Sin embargo, afirma que Envac se limitaba a revisar la central y no las tuberías, donde estaba parte del problema ya que se corroían. Apunta que en 2008 se contrató una asistencia técnica que no consiguió solventar las deficiencias.
La representación de la empresa incidió en que los problemas se derivaban de un posible mal uso y mantenimiento de la red. Así, su letrado señaló que Emaya recepcionó en 2005 las obras sin poner ninguna pega y que los problemas arrancan ahí.