Emaya ha lamentado que la empresa Envac se haya quejado en una nota de prensa de su negativa a aceptar la oferta para volver a poner en marcha la recogida neumática de residuos en el casco histórico de Palma, que ha calificado de «inaceptable e ilegal».
El Ajuntament de Palma señala en un comunicado que la oferta de Envac no es nueva y «obligaría a Emaya y los ciudadanos a asumir el coste de recuperar el sistema y aceptar que Emaya fue la causante del colapso cuando tenemos informes que demuestran lo contrario».
En este sentido Envac ofrece renovar, con cargo a su presupuesto, 400 metros de tubería y gestionar la instalación durante los próximos 18 años a cambio de que Emaya desembolse 563.000 euros anuales, es decir, más de 10 millones de euros abonados por los ciudadanos de Palma.
Según Emaya, «no se podría dar cobertura legal» a esta propuesta «sin mediar concurso público teniendo en cuenta que ya no hay contrato alguno entre ambas empresas».
Emaya, por su parte, mantiene que la instalación, compuesta por 12 km de tubería, «es irrecuperable» en base a los informes periciales elaborados por el Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); la Universidad Politécnica de Cataluña, Guldager Electrolisis, empresa experta en sistemas de protección catódica, y el estudio de ingeniería GRECCAT.
Estos informes también pretenderán demostrar, en el juicio previsto para el próximo 18 de marzo, la no adopción por parte de la instaladora de medidas de protección frente a la corrosión y la inadecuación de los materiales, añade la empresa municipal.
Emaya lamenta el «oportunismo y deseo de generar confusión» evidenciado por Envac con el envío de su nota de prensa a una semana del juicio y consultará con sus abogados en Palma las posibles vías de defensa ante un comunicado «que amenaza la imagen de Emaya así como sus intereses y los de todos los ciudadanos de Palma».
Añade que la recogida neumática, tras reiteradas incidencias, quedó fuera de servicio el 16 de mayo de 2012, apenas 10 años después de su entrada en servicio cuando la vida útil del sistema se estimaba en 30 años.