La mayoría de hoteles de la Isla aprovechan el invierno para preparar las instalaciones de cara al verano. Sin embargo, el hotel Delta es una excepción y su futuro está «en el limbo», como aseguran sus trabajadores. A finales de febrero, los 70 empleados fijos discontinuos todavía no saben si el establecimiento abrirá sus puertas.
El hotel Delta era de los primeros en abrir y en febrero ya hospedaba a clientes. El año pasado ya retrasó la apertura a mediados de abril y este año es aún una incógnita. Las instalaciones están abandonadas y en el interior se han producido actos vandálicos, según han constatado algunos trabajadores.
El hotel cerró sus puertas de forma precipitada el pasado 15 de septiembre, cuando todavía se encontraban clientes alojados. Además, algunos trabajadores están pendientes de cobrar nóminas de 2014 e incluso de 2013. Otros empleados se plantean presentar demandas por despido ya que, en caso de que el hotel permanezca cerrado, agotarán la prestación de paro.
El hotel está en concurso de acreedores y el administrador concursal contrató a una directora con el fin de reflotar el hotel. Pero no hubo suerte. Los trabajadores indicaron que la propiedad del hotel no dejó entrar a la nueva directora y contrató a un guarda de seguridad. Han pasado tres semanas y no hay ninguna novedad.