El candidato a la alcaldía de Palma por MÉS, Antoni Noguera, ha prometido este sábado que, si su coalición gobierna en Cort, cada año se someterán a votación en las distintas barriadas proyectos de inversión de cara al próximo ejercicio para que sean los vecinos quienes decidan cuáles se ejecutan.
«Los vecinos encerrados en los despachos no conocen las necesidades de los barrios, la ciudadanía debe participar directamente en la toma de decisiones», ha dicho Noguera al presentar esta iniciativa.
Según ha informado MÉS en un comunicado, la idea es que cada barrio tenga una cuantía fija y que los vecinos determinen de forma democrática a qué proyectos se asignan esos fondos en el presupuesto.
Las iniciativas que se someterán a votación también podrán ser planteadas por los vecinos o por colectivos ciudadanos, ha prometido el candidato nacionalista.
«Queremos que los presupuestos del Ayuntamiento de Palma estén conectados con la participación ciudadana. Esta es una propuesta de radicalidad democrática, de transparencia en la gestión del dinero público», ha argumentado Noguera.
No, esto no es una propuesta de radicalidad democrática. Radicalidad democrática es votar un programa electoral, un plan de trabajo, una línea de actuación. Que tengamos que reunirnos cada año, en asambleas que todo el mundo sabe cómo funcionan, donde, "los colectivos ciudadanos" tienen voz, es simplemente una horterada del PSM, es que los de siempre decidan qué hacer con el dinero. Y es una forma de ocultar la incapacidad de los políticos para llevar a cabo la dirección política, el liderazgo que tienen que tener. Ya ocurre con muchos otros órganos colectivos: se convocan las reuniones a las horas convenientes, en los lugares convenientes, con los mecanismos convenientes, y al final deciden los amigos, o sea la gente del GOB, de la OCB, de los satélites del PSM. Basta ver cómo funcionan las Apas de los colegios públicos.