El Consell de Mallorca erradicará los baladres de la carretera Palma-Manacor. A los eternos quebraderos de cabeza por el sobrecoste, sospechas de corrupción y expropiaciones turbias, se une ahora que los baladres que se utilizaron en 2007 para dar color a la mediana que separa las vías se están ‘comiendo', como quien dice, el pavimento de varios tramos de la carretera.
«Las raíces de estas plantas han crecido de tal manera que se han metido en el suelo de cemento creando badenes en los arcenes, que pueden resultar peligrosos para la conducción», señalan técnicos del departamento de Carreteras del Consell.
Los tres focos del problema son: el tramo PK 33-35, la zona del cruce de Vilafranca y el punto 25,5 y 28 en Montuïri. El departamento teme que las raíces de las adelfas ‘se salgan de madre' en más puntos de esta carretera.