La secretaria general de CCOO en Balears, Katiana Vicens, ha manifestado que en los próximos días estudiará recurrir la sentencia que le ha condenado al pago de 3.960 euros por coaccionar durante un piquete al conductor de un autobús que se encontraba de servicios mínimos con motivo de la huelga general celebrada el 29 de marzo de 2012, y por romper uno de los cristales del vehículo.
La dirigente sindical ha mostrado su disconformidad con la resolución judicial, pese a que ésta contrasta con los cuatro años y medio de cárcel que solicitaba la Fiscalía, al aseverar que «ni coaccioné a nadie ni rompí ninguna luna». «Me reitero en mi inocencia», ha recalcado Vicens.
En esta línea, ha incidido en que utilizará «las vías a mi alcance» para rebatir las consideraciones expuestas en la sentencia, al insistir en que responden a «hechos que no he cometido». No obstante, considera «importante ver cómo la jueza explica los motivos por los que no me condena a un delito contra los derechos de los trabajadores. Jurídicamente da una buena explicación».
Durante el juicio, celebrado el pasado 13 de octubre, la líder de CCOO aseguró que en ningún momento insultó o amenazó al conductor del vehículo ni vio ninguna luna rota, sino que fue el chófer quien le cogió de la mano y le «zarandeó violentamente».
La sindicalista señaló que subió en el autobús en cuestión y en varios más, y una vez dentro «saludé y pregunté si estaban de servicios mínimos, para después pedirles que se sumasen a la huelga y explicar cuáles son nuestras reivindicaciones». Sin embargo, manifestó que en ese instante el conductor, que estaba en su asiento, le agarró de la mano y comenzó a zarandearla, mientras que con la otra mano que le quedaba libre, «al intentar apoyarme, hice sin querer que se cayera el cartel de servicios mínimos».
«Fueron tres segundos y no vi nada, pero me sorprendió muchísimo la actitud del conductor. No le conozco, a lo mejor tiene una enemistad conmigo que yo no sé», ha subrayó. Tras esta situación, «uno de los policías, al ver el lío que se estaba montando, me sacó de allí».