La balsa de agua depurada de Consell, en la que el Govern de les Illes Balears ha invertido 5 millones de euros, funciona desde principios del mes de julio provisionalmente con un generador porque, aunque las obras han durado cuatro años, no se previó con antelación solicitar el contador a Gesa.
El alcalde, Andreu Insern, responsabiliza directamente al conseller de Medi Ambient, Gabriel Company, al que califica de «chapucero». «Es absurdo que no se previera esta circunstancia y que dos meses después de acabar las obras aún no haya corriente. La última vez que vino el conseller en 2013 dijo que en verano de 2013 tendremos agua. Su Conselleria pasa olímpicamente de Consell», dice Isern.
Inversión
Pese a lo voluminoso de la inversión, que ronda los 5 millones de euros, solo 18 regantes reciben agua para sus cosechas y ganado. La balsa fue construida para dar servicio a parcelas agrícolas situadas en los términos de Consell y Alaró aunque está situada en el municipio de Consell.
Prevé regar una superficie de 145 hectáreas con el sobrante de las depuradoras de Consell, Alaró y Santa Maria, evitando la sobrexplotación del acuífero. Los terrenos fueron adquiridos por el Govern en 2009 por un importe de 300.000 euros y el conjunto del proyecto ha supuesto una inversión de 4.519.231 euros.
La Conselleria de Medi Ambient quita hierro a las críticas del alcalde Andreu Isern. «La balsa está dando agua desde julio a los regantes que lo han solicitado. A algunos por gravedad y a otros por impulsión para lo que se utiliza un generador durante tres días a la semana a la espera de concretar con Gesa el alta», defiende Medi Ambient.