El efecto dominó que está teniendo la zona de Punta Ballena como destino de sexo, drogas y alcohol para el turismo británico a nivel internacional ha generado todo un negocio en torno a esta imagen en la Isla, ya que desde otras zonas turísticas se canalizan excursiones para conocer Punta Ballena y los bares y pubs más bulliciosos, las cuales son organizadas por empresarios de Magaluf.
Este hecho es una de las causas que justifica el incremento de jóvenes y turistas paseantes durante los últimos fines de semana. «Hay interés por conocer qué es Punta Ballena y no hay nada ilícito en ello», señalan varios restauradores de Magaluf.
La presidenta de Aviba, Sylvia Riera, señaló ayer: «No podemos evitar que la gente vaya a conocer Punta Ballena, pero sí controlar la forma en que van y quién organiza estas excursiones».
Campaña en Inglaterra
Mientras Punta Ballena va siendo objeto de reportajes por parte de los medios de comunicación británicos, algunos de ellos seguirán emitiéndose esta semana por las televisiones del Reino Unido y la prensa sensacionalista británica, el Consejo Asesor de Turismo todavía no ha configurado el grupo de trabajo que tiene que perfilar los mensajes a emitir en la campaña de comunicación anunciada por el conseller de Turisme, Jaime Martínez, la pasada semana, así como por la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego.
La campaña de comunicación tenía que haberse iniciado ya, pero por presiones del Foreing Office y la patronal ABTA, que exigen medidas concretas más que meros mensajes de que hay que ser cívicos, la campaña se ha pospuesto, sin que haya todavía una fecha concreta. Desde Londres apuntan que hasta final de mes no habrá nada consensuado.
El presidente de la Asociación Hotelera de Palmanova-Magaluf, Sebastián Darder, puntualizó ayer que «no estamos notando ninguna novedad en cuanto a las reservas turísticas».
Respecto a las medidas a aplicar para paliar el turismo de alcohol, Darder puntualizó: «Se trata de un tema sociológico de ámbito mundial, en el que los jóvenes intentan divertirse. El problema que hemos tenido aquí ha sido el impacto en las redes sociales de algunos hechos en Punta Ballena».
El Ajuntament de Calvià, influido por toda la presión mediática, está incentivando en los últimos diez días las inspecciones en locales nocturnos de Magaluf. Los celadores municipales son enviados a controlar todo lo relacionado con ruidos (decibelios) y medidas de seguridad. «Se levantan actas de inspección, pero si los propietarios de los locales subsanan las deficiencias en tiempo, la actividad se puede reanudar de inmediato, pese al cierre temporal. La coordinación entre las fuerzas de seguridad es absoluta, pero debe haber un compromiso por parte de todos los empresarios de cumplir la normativa vigente», puntualizaron ayer desde el Ajuntament.