El Rainbow Warrior, mítico buque de la organización Greenpeace, recalará este fin de semana en Palma antes de iniciar una campaña internacional en contra de las prospecciones. El buque insignia de los ecologistas comenzó ayer su viaje en Valencia, desde donde partirá primero a Eivissa y después a Palma. En la capital habrá jornada de puertas abiertas todo el fin de semana para que los ciudadanos que lo deseen puedan ver el buque.
La organización ecologista pretende denunciar la intención del Gobierno de autorizar nuevas prospecciones petrolíferas, además de las que ya ha recibido el visto bueno ambiental en Canarias.
Mal precedente
La decisión del Gobierno de España pone en peligro Canarias, según los ecologistas y, sobre todo, abre un «mal precedente» para que e autoricen otros proyectos de este tipo en Balears.
«La visita del Rainbow Warrior servirá para explicar y cargar de argumentos a quienes se acerquen a nuestros barco, para que comprendan que la verdadera independencia energética está aquí y son la fuerza del viento, el sol, las olas y la energía alternativa», asegura la formación.
Julio Barea, responsable de esta campaña, afirmó que la extracción de petróleo en el mar supone «un riesgo inasumible» y recordó que la marea negra y el chapapote del Prestige llegaron a la costa vasca, pese que el accidente se produjo a 200 millas de las costas gallegas. Greenpeace quiere que el Gobierno apruebe una ley que impida buscar petróleo en el mar.