Dos cargos del Govern, el vicepresidente Gómez y el conseller d'Economia Joaquín García, defendieron ayer en la Cámara la polémica Targeta Blava del PP como si fuera algo propio y acusaron a la oposición de «dañar la imagen del comercio» con sus críticas.
«El comercio les tendría que pedir a ustedes responsabilidades; analicen lo que han hecho con el comercio», llegó a decir García. Para la socialista Pilar Costa la tarjeta del PP -de la que se han desmarcado públicamente comerciantes que habían aceptado en un primer momento sumarse a su propuesta- es «lo más parecido a eso por lo que Matas ha sido condenado», y sugirió investigar vías de financiación ilegal. «Vayan a los tribunales», dijo Gómez. El pleno estuvo marcado por la tensión y la bronca, con alusiones a la campaña electoral. Tanto en este asunto como en el de la ecotasa, que provocó un duro cruce de descalificaciones, el impuesto que el PSIB apuesta ahora por resucitar. Diéguez propuso no limitarlo, esta vez, sólo a establecimientos hoteleros, sino extenderlo al residencial.
Fue rechazado, como tampoco se aprobó una propuesta relativa al 'fracking' en Balears. Més se abstuvo.