Eivissa y Menorca se convierten en una auténtica «ratonera» por falta de plazas de avión en los momentos punta del año, caso de Navidad, Semana Santa, puentes y festivos, pero especialmente a lo largo de la temporada alta de verano, lo cual afecta a la calidad de vida de sus ciudadanos y a la conectividad en los vuelos interinsulares.
Este hecho también tiene su lógico impacto en la industria turística, puesto que se cercena cualquier tipo de iniciativa para fomentar el tráfico interinsular y consolidar proyectos empresariales.
En estas rutas, en que impera la Obligación de Servicio Público (OSP), las aerolíneas Air Nostrum y Air Berlin son las encargadas de la programación de las frecuencias entre Palma con Eivissa y Maó.
La complejidad del desarrollo de la OSP también está afectando a la cuenta de resultados de alguna compañía, caso de Air Nostrum, que abastece de tráfico procedente de las Islas a las rutas de Iberia en Madrid.
El Govern, consciente de este problema, quiere incentivar al máximo los acuerdos con Aviación Civil para que en el próximo concurso de adjudicación de rutas en régimen de OSP se varían algunos de los criterios actuales.
Asimismo, el Ejecutivo autónomo tiene ya el borrador de una aerolínea que quiere hacer los vuelos interinsulares bajo otros criterios, ya que fija un precio de 100 euros (ida y vuelta) tanto para residentes y no residentes.
El único problema es que el Govern debería aportar dinero para ello, circunstancia que ha impedido, de momento, la viabilidad del mismo.