La Federación de asociaciones de padres y madres de alumnos, Fapa Mallorca, analiza la posibilidad de adherirse a la campaña nacional de optar por la «insumisión al cambio de libros» que impone la reforma educativa a nivel nacional Lomce, debido a la situación de insolvencia de muchas familias.
Según explica en una nota Fapa Mallorca, que anoche celebró su XXV asamblea ordinaria, en la que se revisó y aprobó por unanimidad toda la actividad del último año, «la gratuidad de la educación pública que ordena la Constitución» les «obliga a exigir respuesta a las administraciones» en cuanto al cambio de libros de texto.
Este cambio de libros no solo viene dada por la Lomce, sino también por el decreto de tratamiento integrado de lenguas (TIL) que se ha implantado en Islas Baleares, por lo que este ha sido uno del los temas más debatidos por la asociaciones de padres y madres, las Apima en la asamblea.
Los padres explican que esta «insumisión» de cambio de libros vendría dada más por «insolvencia» que por una acción de protesta propiamente dicha.
Además, en la asamblea la Fapa abordó también la pérdida de competencias de los consejos escolares en los centros tras la aplicación de la Lomce.
«Sobre el papel de las familias en los consejos se afirmó que después de este paso atrás en la normativa, las familias debemos mantener nuestra postura reivindicativa y debemos demostrar que nuestra participación es una pieza clave para el buen funcionamiento de los centros», insiste Fapa Mallorca.
En ambos temas abordados, los padres se han referido a la necesidad de coordinarse con el profesorado, que «debería posicionarse para facilitar la unidad de las comunidades educativas» y han propuesto pedir a los docentes que elaboren y compartan materiales didácticos para evitar la compra de nuevos libros de texto.
Para resolver estos asuntos, los padres proponen llevar a cabo una campaña informativa para las familias y la redacción de una declaración que se votaría en los consejos reclamando la problemática.
«Las Apima coincidimos en que hay que seguir trabajando para garantizar la participación activa y proactiva de las familias y que es nuestra responsabilidad evitar caer en el desencanto y aportar nuestra alternativa sobre una educación pública de calidad», asegura Fapa Mallorca.