El PP ha defendido hoy la ley del suelo que se prevé aprobar mañana en el pleno del Parlament al señalar que será la primera que tendrá Baleares y en la transparencia urbanística que generará, ya que supondrá un cambio de modelo en esta materia.
La portavoz del grupo parlamentario del PP, Mabel Cabrer, y la diputada Virtudes Marí, han destacado en una rueda de prensa la importancia de la aprobación de esta ley que dará «unas herramientas claras» a ayuntamientos y consells insulars que son los que ejecutan las normativas urbanísticas.
Marí ha contradicho a la oposición, que ha anunciado el voto en contra y ha criticado la falta de consenso en esta ley, y ha señalado que el 40 % de las enmiendas presentadas por PSIB-PSOE, MÉS y diputados no adscritos han sido admitidas.
Ha detallado que han sido aceptadas más del 50 % de las presentadas por el PSOE, más del 35 % de MÉS, el 40 % de la diputada no adscrita Margalida Font y el 23 % de Antoni Pastor; mientras que de los 193 artículos, 78 no fueron enmendados por ningún grupo.
«Sabemos que mañana este voto favorable se convertirá en abstención, pero, a pesar de que entendemos los titulares en política y más cuando eres oposición, los datos son los que son y el PSOE solo se ha opuesto al 24 % y Més al 22 % de la ley», ha insistido Marí.
La diputada del PP ha reconocido, sin embargo, que no se ha podido llegar a un acuerdo en temas relevantes, como las legalizaciones de las infracciones urbanísticas prescritas en suelo rústico y asentamientos en medio rural, principal crítica de la oposición.
Según Marí, el PP «no ha querido mirar a otro lado» y ha dado solución a este asunto para que las urbanizaciones comiencen a pagar sus impuestos, mientras el resto de grupos políticos no han presentado alternativas sino solo enmiendas de supresión a esta disposición.
Esta ley «da solución a todas esas urbanizaciones ilegales que están en el limbo». «Asumimos la responsabilidad política de esta decisión, pero no podemos seguir haciendo como si no pasase nada porque esto ha demostrado que no funciona», ha defendido Marí.
Según la diputada del PP, la normativa apuesta por «la rehabilitación, la reforma y la reconversión en lugar del crecimiento» y «cambia el modelo que existía hasta ahora».
«El urbanismo del siglo XXI reconvierte lo que ya existe», lo que significa que «mejora» lo actual en lugar de desarrollar zonas nuevas, a la vez que «incrementa la disciplina urbanística, dando mayores potestades a los consells insulares para actuar inmediatamente en caso de detectar alguna infracción», ha afirmado Marí.
Con esta ley, ha incidido la diputada del PP, el urbanismo «deja de ser algo farragoso para ganar en transparencia, y pone las nuevas tecnologías al servicio de los ciudadanos para que sepan en todo momento cómo está su municipio o su isla».