El consejo de administración de Sa Nostra aprobó ayer, con el voto de calidad de su presidente, Fernando Alzamora, la propuesta formulada por BMN (Banco Mare Nostrum) para asegurar la continuidad de la fundación y de la obra social de la entidad. La decisión supone la venta de la emblemática finca de Can Tàpera, situada en un privilegiado enclave de la barriada palmesana de Sant Agustí.
Con esta iniciativa, el consejo pretende salvar los actuales problemas de liquidez que arrastra la fundación de Sa Nostra. Sin embargo, esta estrategia ha generado una profunda división entre los integrantes de este organismo hasta el punto de que fue el voto de calidad del presidente Alzamora el que logró deshacer el empate de la votación final.
En concreto, la iniciativa que deberá estudiar la próxima semana el patronato de la fundación de Sa Nostra consiste en suscribir una hipoteca sobre Can Tàpera en favor de BMN. El acuerdo también incluye una carta de venta del inmueble, según ha exigido BMN.
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