El obispo de Mallorca, Javier Salinas, anunció ayer que se ha interpuesto una denuncia ante el Cuerpo Nacional de Policía contra el grupo de proabortistas que interrumpieron la misa del pasado domingo en la iglesia palmesana de Sant Miquel, acto que «lamenta profundamente y condena, considerando que se hirieron los sentimientos religiosos de los presentes, creando una situación de gran inquietud».
La nota del Obispado añade que lo ocurrido «vulnera los derechos fundamentales referentes a la libertad religiosa y de culto, y que podría ser constitutivo de delito».
La nota finaliza señalando que el Obispado «quiere mostrar su cercanía a los miembros de la parroquia y los feligreses afectados, a la vez que recuerda que este tipo de acciones afectan a la convicencia social y, por eso, hace un llamamiento al ejercicio de la libertad de expresión por medio pacíficos y de diálogo».
Un grupo denominado Antipatriarcals Mallorca se atribuyó la autoría del asalto al templo, que recogió en una filmación que difundió por internet por medio de Youtube.
Los participantes, que defendían el aborto libre y gratuito, desplegaron una pancarta. Varios asistentes al oficio religioso se enfrentaron a los jóvenes para que abandonaran el recinto.